jueves, 31 de enero de 2013

Por vueltas de la Oración


Presente desde siempre en todas las tradiciones, desde luego es parte esencial en nuestro esquema. La oración es la contrapartida de los Números del 1 al 9. Comparten  la posibilidad de intercomunicar los planos y las barreras de espacio y tiempo. De hecho hay tendencia a “contarlas” de diferente manera según el propósito en todas las tradiciones. En algunas toman la forma de mantrams, invocaciones, cantos, etc.
Cuando la oración tiene una intencionalidad, usualmente se toma como “rezo”, - está más ligada al 7, - mientras que la oración sin intención, se toma como “diálogo con Dios”. Tomada así, toda la Creación “ora” a perpetuidad.
Las 3 modos de la Oración
Cuando se está en el Punto o “conciencia pura”,  participamos individualmente en la Oración Universal, por lo que no es necesario “orar ni rezar” en tal estado, lo que no quita que se haga. También mediando la oración, se entra en ese estado, las “gracias” de forma u otra estando incluída.
 La palabra “Gracias” por sí misma, tiene toda la grandeza de la Adoración, siendo como “la flor” de la oración. Está de forma u otra, en todas las lenguas en esta asepción: dar gracias a Dios y eso es lo que por nuestra parte nos toca indicar como “esencial”. Al extenderla a 9 entramos así en consonancia con toda la Creación, nos sumamos, somos uno con ella en la adoración.

La otra “oración” incluída, es generativa,  por la cual las “Gracias” son dadas y es la propia del PUNTO. Una llama a la otra, incluso una de ellas presupone a la otra, unidas a más porque la una contiene en sí una parte de la otra y viceversa. Es el famoso:
 
                                                                       YO  SOY
 
quiere decir, que no se dirije al Dios o Dios@s de las eternidades, (para el caso los de “nuestra eternidad”) sino que conecta con lo sempiteno y perdurable, así como la respuesta nuestra será en diferentes planos de esta “eternidad” de los que venimos e iremos, darle las GRACIAS, que Él escogió como tributo y “rappel”, no de que estás en deuda con él sino que te recuerda que espera que lo ames como Él te ama.
“El Absoluto es el origen de todo. Él es quien se convierte en el mundo. Él es el testigo omnisciente del universo, no nacido, inmutable. Éste, es el entendimiento correcto. Muktananda.
 Claro que al hablar de lo Divino, siempre se trata de Dios y Dios@s, por la misma razón de polaridad: son expresiones en una civilización, en una religión o eternidad dada, para referirse al que ES, al Innombrable, al que no se puede tomar su nombre en vano, el anciano de los días, el Absoluto como lo expresa Muktananda, etc. etc.
Y podemos poner un corolario: Tal palabra, no necesita ningún juego laríngeo que se le endilgue o agregue, no es “útil”, pero puede ser “necesario” para aquel o aquellos que comparten que le sean dados dichos atributos y agregados. Estos más bien, quedan para Dios y los Dios@s a los que rogamos  por el arraigado temor a a desasistencia, castigo, o lo contrario, para ponerlo a favor en cualquier encomienda, etc. No tiene o tienen que ver con el que ES a quien nos estamos refiriendo, - a más que tales agregados, comportan un germen de separación, cuando de por sí sola la palabra tiende a la unión en todos los planos de la Creación. 
 “Oh hijo del Hombr@: conténtate conmigo y no busques a otro que te ayude, pues nunca podrá bastarte nadie sino YO.” Bahá U´llah. 
2) Otro modo de orar se da durante el estado de sueño o trance y no depende de nuestra voluntad. Es individual, y se da en ese vacío que son los insterespacios de los pensamientos, cuando también, como dijimos, en el estado de vigilia, participamos en la Oración Universal, aunque mayormente, no lo sabemos.
3) Finalmente se da el  intencional. El orar puede ser personal o colectivo como los rezos: éstos  se dirigen a fines concretos, si bien en el orar lo “útil” es cuando es individual, aunque sea un tipo de razonamiento, al que se llega por el propio proceso.
Por vueltas de la Transgresión, (que no pecado) tanto para uno mismo como para otros, una situación dada, difuntos, planta, animal, etc., se debe pedir Luz y su contrapartida el Amor. si es  preciso por el tiempo que uno crea necesario.
Esto tendrá SIEMPRE efecto, pero cómo, cuándo y de qué manera no entra en nuestros propósitos, por más acertados y “bienintencionados” que creemos ser. Esto no quita que se haga, pero la frecuentación del PUNTO lo aclarará muy posiblemente como lo describimos. La Luz es moneda de cambio en el Universo, no está sujeta a devaluación, ni caducidad y es lo único que no tiene doble interpretación.
La oración diaria individual purifica los grados zodiacales ocupados de lo que en ellos nos pasó personal y colectivamente,  y “sostiene” en lo que nos pasará personal y colectivamente, cuando los planetas, pasen por ellos, lo que redunda en beneficio para toda la Creación en la que estamos incluídos. 
 
La oración diaria individual sostiene y vertebra, aleja en lo posible de códigos y registros que nos atan, al anteponerse al flujo de pensamientos e imágenes.
Como la Bendición, favorece a los procesos de las causas de todo tipo pendientes de purificación, el desatar de “nudos”, limpiar la alfombra en la que  deambuló y lo seguirá haciendo nuestra existencia, por siempre ligada a las 9 esferas.
A su vez los rezos en su labor de interseción, mueven entidades relacionadas con tales rezos, aunque no se las invoque. La mas “útil” reunión para los rezos entre los hombr@s, es cuando alguien parte, cuando nos quita para otros planos. 
Las oraciones de las religiones tradicionales, tienen la carga añadida que dejó su constante repetición por un gran número de vivos y muertos. En la tradición cristiana, el Padre Nuestro legado por Jesús en sus 7 partes contiene a más un valor terapéutico en todo lo que en nosotros depende del 7, como los chakras. o nuestros planetas, contenedores de todos los atributos que disponemos. Si no hubiese sido un buen “montaje”, no hubiese perdurado tanto…
- Padre Nuestro que estás en el CIELO
- Santificado sea tu NOMBRE
. Venga a nosotros TU Reino
- Hágase tu Voluntad en la Tierra y en el Cielo
- El pan de cada día dánoslo hoy
- Perdona nuestras deudas como nosotros las perdonamos
- Líbranos del MAL, Así Sea
A fines de repetición, a lo largo de la historia el hombr@ creó rosarios, malas, tambores, sea para no perderse en las cuentas o para acompañarse del sonido. En nuestra proposición, absolutamente ningún artilugio, ni símbolo ni ninguna parafernalia tiene cabida en este mundo que de parafernalia de estos tipos, está lleno o mejor dicho invadido, dando pié a industrias del culto, por vía de hecho a la diferenciación, de clase, de códigos, etc., lo que es propio del mundo de Dios y de los Dios@s,  contra lo cual, no tenemos nada a objetar, muy por el contrario, ya que tienen un valor “pedagógico” para ver cómo actúa la Unidad (lo propio del 1, del PUNTO) en la más variopinta diversidad y podemos, como los pájaros, ir picando en cualquiera, o mantener los de nuestra propia tradición.
Por eso en el caso de la oración sostenida, acudimos a lo que tenemos más a mano, es decir, las mismas manos de las que en otra entrega, hablaremos. Si se trata de “hacer el amor”, mejor hacerlo desnudo, com ÉL nos creó.
 
 

 

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