viernes, 20 de diciembre de 2013

"HISTORIAS DEL NO VER, NO OÍR Y NO HABLAR"

Historias del “no ver, no oír ni hablar”

“El tránsito es a la distancia, lo mismo que la palabra al silencio. GF
  (citado por Ángeles Sánchez).

Días pasados, me topé con una de esas señoras que hacen el “tour” de los talleres de autoestima o similar. El perfil clásico que se puede encontrar por aquí o en cualquier lugar.

Venía muy “desilusionada” con el “stage” de 3 días en un convento a las afueras de la ciudad, en convivencia  plena con las monjas de la institución, reciclada en  tallería para ofrecer cursos de “crecimiento”, de esos “all´uso” y… nada baratos.

Quien lo hacía, a más de monje, era doctor en muchas cosas. La señora supuso con “razón” que tal personaje tendría mucho que decir y por consecuente ella, mucho que aprender, una “razón” que sin duda motivó también a las otras cursantes.

-Fue muy amable y efusivo en darnos la bienvenida, agregando que también era despedida. Pero lo que siguió diciendo, fue lo que nos  impactó.”

Una vez de aclarar la hoja de instrucciones y servicios y recalcar que a todo momento si necesario, las monjas estaban a la entera disposición, incluso en las habitaciones individuales en que se alojaban, les espetó con lo siguiente:

“Deberéis permanecer completamente calladas durante toda vuestra estancia aquí. Es decir, NO HABLAR ni con las compañeras, ni con las monjas o el personal, tampoco lo podrán hacer conmigo, porque yo… no estaré.” 

Y así pasaron los 3 días. En el comedor, ponían  en un plato común lo que no les gustaba de comer y si querían repetir, le hacían señales a la monja asistenta y en los bancos del  silencioso parque conventual, no tenían más remedio que “dialogar” con un libro o envidiar el trino de los pájaros, “tuteladas” a todo momento por monjitas que tal como les dijo el monje: si necesario, están a vuestra entera disposición.

De toda la experiencia, no fue la única que se quedó “desilusionada”, otras se sintieron estafadas, haber perdido el tiempo y así por el estilo.

Para cumplir con la Ley de Polaridad, no más salir el domingo tarde, todas se fueron a un restaurán, todas ¡por fin! avisando por el móvil que todo fue bien y llegarían…un poco tarde. Desde luego a la Ley de Polaridad le tocó un trabajo extra.


Lo acertaron, ¡Bingo!
El curso se acaba de repetir por 2ª vez.


jueves, 19 de diciembre de 2013

Ejercicios complementarios de PUNTO 0: : "El rappel"

Ejercicios complementarios: el “Rappel”

En cualquier momento podemos tener, sin buscarla, un sensación de plenitud, de Unidad entre todo y todas las cosas en que estamos incluídos, confortablemente

Pero entanto empezamos a particularizar algún componente de tal Unidad, nos acechan las 6 leyes restantes de la Energía que es la peculiar manera en que se desarrolla tal Unidad y ya cuesta abajo en la escalera de las asociaciones, pasamos  de pleno a la Dualidad, que es el dominio de la “Storia”.

Cultos y dilettantismos con adminículos de toda clase han pretendido en todo tiempo y lugar sea prolongar,  provocar o retrotraernos a  ese estado Original, de hacer un “rappel” de lo que verdaderamente importa, pero, desde esa diversidad y aún así, no es suficiente, entanto la Gracia, -de la que poco podemos decir,-  no lo disponga.

Desde antiguo, especialmente en las escuelas iniciáticas,  también hay una manera más sencilla, alejada de toda parafernalia de dejar atrás cada vez más, esa dualidad

Se trata de esa técnica que justamente responde al nombre de “rappel”, con la diferencia que dada una señal, te toma por sorpresa y debes parar con la “storia” que te llevas entre manos en ese momento, quedarte en absoluta inmobilidad.

Mayormente un artilugio sonoro, por ej. una campana, determinaba el comienzo y el fin del rappel quedando al arbitrio del maestro o del encargado de hacerlo.

Esta es la diferencia por ejemplo de una vida conventual en que al cabo de los años, (incluso en los que hacen un “stage” monacal o similar), ya tienes cierta práctica  en cuánto falta para que llamen a los oficios que tienen lugar durante el día, todos los días: se juega como la propia vida: con el factor “sorpresa”.


En la larga historia de las prácticas del auténtico “rappel”, hubo casos trágicos, ya que no siempre  los discípulos estaban literalmente hablando “a los piés del gurú” Como es de imaginar, al llamado distante al rappel, no siempre  el rappelado debía de parar de ordeñar la vaca o quedar inmóvil agachado recogiendo fresas silvestres en el bosque para la comunidad.

Uno de los más sonados quizás, fueron los rappeles de la tariqqah que Gurdjieff formó en las afueras de París, con sus famosas enseñanzas de “4to. camino”.

En su tiempo en los mentideros ocultistas de París se contaba que la muerte de la famosa escritora Katherine Mansfield, sucedida en el establo de la granja, se debió a un rappel prolongado a la interperie con un clima poco clemente, nada aconsejable para la enfermedad por la que murió, lo que obviamente, no se pudo probar a más de hacerlo, por su propia Voluntad.

Si algo introduce la nueva dispensa profética  que está sacudiendo y desestabilizando los parámetros vitales  y “asociativos” de las anteriores: Cristiana, Musulmana y las de más atrás, (para llevarlas a su máxima expresión), -  es el que cada cual “gestione” su propia existencia, o sea ser su propio gurú, ya que este punto 10 de los 12, comienza con el lro: la investigación de la Verdad por sí mismo. Lo que nos retrotrae a Aries en este caso, el punto 10 a Capricornio, al que estamos por entrar: la Puerta de los "Brahamanes", que es nuestra categoría, por derecho de nacimiento.

Cómo quedaría el rappel entonces?
A cargo de uno mismo.

Es fácil, pero pasa que es como aquella tonada que dice: “A gozar, a bailar, todo es empezar”. Pero pasa también que el gozar y el bailar no duran, los aportes del rappel, dejan enseñanzas muy profundas y perdurables. Son de “utilidad”.

En absoluto se trata de buscar una situación de riesgo personal o para terceros, ni que impliquen un ridículo público o cualquier “extrañeza” de comportamiento Tampoco con esta entrada, pretendemos extendernos en un “manual de funciones”, simplemente indicar, que se trata de PARAR, de quedar en absoluta inmobilidad en una posición dada, por un tiempo que uno mismo se determina. 

PARAR también indica parar la mente, siempre pronta con sus “juegos de la conciencia” a dispararse en esa “anomalía” de lo vital que es la INMOVILIDAD.

Lo que no para, es la respiración, una de las cosas, -sinó la más,- que no podemos parar, pero sí alterar pasando a la respiración abdominal, la que más ayuda físicamente en el trance y la más apropiada para él, como para tantos ejercicios del orden de lo “útil”.

Con tanta libertad de acción, puestos a parar, también lo podemos hacer en la cama sentados o al intentar “entrar” en cualquier situación de actividad,  física o mental.

Con la práctica la mente, mayormente busca los momentos adecuados, en tanto tu Seidad, con la ayuda de la Gracia,  lo decida con convencimiento.