martes, 6 de mayo de 2014

EXTENSIONES DE PUNTO CERO: "LAS MANOS"

EXTENSIONES DE PUNTO CERO: “LAS MANOS”

Las manos, “la mente del cuerpo” han sido muy “tocadas” por todas las especialidades y cultos en todas las tradiciones. El hecho de ser corporalmente, “lo que tenemos más a mano” para moverlas hacia cualquier fin merece tal preeminencia, tanto para la vida “necesaria” como para la “útil”. Como de este lado se sitúa nuestra proposición, las “tocaremos” desde la parte que nos toca.

En varias entregas mencionamos 2 ejercicios principales, que dan lugar a su vez a otros complementarios, sujetos preferentes de dichos blogs. Para resumir: uno se relaciona con el Kharman y el otro con el Dharman. El primero prepara a la Seidad para el otro en que se practican los fines de la preposición.


El primero, preferentemente se hace en la posición del 1 (tendido), posición en que las manos tienen preferencia sobre los piés, al revés que en el segundo, del 1 erecto en que la preferencia la tienen los pies, que no se trabajan, dado que el “pase” que hacemos a las manos  por ley refleja, repercute en los pies, (lo contrario también siendo cierto), sin que tenga un fin deliberadamente terapéutico sino energético.

Otra utilidad siendo para todo lo que se empleen las manos: terapias, objetos, etc. y más en nuestro caso, la transmisión energética que se puede hacer sea a algo viviente o inanimado, el resultado dependiendo del potencial energético personal.

Si los 2 ejercicios se hacen  a continuación uno del otro, el lazo de unión corresponde justamente a las manos. Acabamos el 1º con las 2 manos como se comienza, sobre el plexo solar, y así es el comienzo y fin del otro, pero con un agregado capital: la veneración, para lo único que se emplean.

La postura es por demás conocida: desde el plexo llevar ambas manos hacia adelante del cuerpo por encima de la zona del corazón y juntarlas en perfecto  encaje de una con la otra, conservando siempre el vacío mental y la adecuada respiración. En esta proposición sólo cabe la palabra ¡Gracias! o ¡9 veces Gracias! al comienzo por lo que voy a  hacer, un pedido de beneplácito, al final por lo hice y se me permitió lograr.

La acepción habitual de juntar las manos es la unión de mente/corazón, o de los 2 hemisferios cerebrales, etc., por ej. en el rezo. La inclinación de rodillas en misa o en un reclinatorio indicando “Tu Voluntad, no la mía”, tiene el mérito que también se compromete más  al cuerpo, -el soporte de la Seidad,- en la plegaria.

En la pràctica el gesto de unir manos de alguna forma, como realmente pasa, tiene el simbolismo de ese valor, pero si no se da el mayor encaje, incluídos los pulgares juntos a la mano, no alcanza el nivel energético que es el que nos interesa.

ALGO MÁS SOBRE LAS MANOS


La izquierda es yang, la derecha yin. Ésta actúa, la otra vertebra y sostiene, no obstante c/una tiene de la otra un 20%, así como en el conocido símbolo del Yin-Yang. Menos conocido es que la famosa relación 80/20 % usada en disciplinas exotéricas como esotéricas, ya está inscrita aquí, -según la versión que conservan del símbolo ciertas escuelas,- y es exactamente un quinto, como 5 dedos tiene c/una de las 2 manos, donde a su vez los chakras auxiliares ocupan también un quinto de las palmas y de la planta de los piés, como 5 son los sentidos y todo aquello que concierne al Hombr@ natural, bajo este número, esta vez en proporción.

Está muy extendida la acepción que al ser yang, la izquierda indica el potencial inicial, o que se trae, (kharman de “entrada”) la derecha lo que vamos haciendo a partir de tal potencial. La interrelación, sujeta a cambios nos señala todo un historial, no sólo en las palmas, más dadas a lo orgánico, también los dorsos: su exposición al exterior, como pasa con el resto del cuerpo, los expone a reflejar el Omniverso y los intercambios que se dan con él.


Quiromant@s y quirólog@s los hay por el ancho mundo. Muchos aseveran que esto es al revés en el caso de los zurdos, pero no es una cuestión que viene tan al caso aquí, por la misma naturaleza del PUNTO, que remeda detalles entanto prevalezca la intención (con base en el conocimiento de esta) y la acción.

La Quiromancia o Quirología al ser una disciplina tradicional, en la nuestra y otras tradiciones, ofrece igualmente “mapas” diferentes en relación con la Astrología, en la que se apoya.

Es común ver atribuír el pulgar a Venus, que como el planeta para GEA, es sustentativo y preservativo. Índice a Júpiter, medio a Saturno, anular al Sol y el meñique a Mercurio.

En las 12 falanges de los 4 dados, las superiores están bajo los signos cardinales ya que están más dadas a iniciar una acción, en el orden desde el índice de Aries, Capricornio, Cáncer y Libra, pero hay 2 versiones a partír de ahí sobre las atribuciones a las falanges siguientes, si bien la del medio siempre corresponden a los fijos y las de abajo, las que conectan a la mano, a los mutables. Una versión hace continuar el orden de los signos desde Aries, la otra atribuye un elemento a cada dedo, quedando por ej. el índice bajo Aries, Leo y Sagitario. los 3 de fuego, luego los 3 de tierra y así.

Los sistemas de Manoterapia, Manopuntura, la Bionergética, también tienen cosas a decir. Por ej. a los dedos se les asocia ciertos chakras: en el orden ya dado: Coronario, Corazón, Garganta, Rádico y Sacro.

En varios tratamientos que se emplean los dedos con fines diversos, por regla general se usa el dedo medio por su afinidad con lo etérico, -como en nuestro caso de transmisión energética,- ocasionalmente se acompaña con el índice, evitándose en lo posible los otros, empleados como auxiliares, especialmente el anular.

Luego la forma en que exteriorizamos los procesos interiores en ambas manos, (las palmas), está dado por los dorsos, quienes también propician reacciones, llamadas desde el exterior, como por ej. las dadas por la temperatura o por energías afines o adversas, que muchas veces escapan a nuestra atención.

La superposición de una mano sobre otra, indica buscar el predominio de una parte de la Seidad, sobre la otra, en que se busca, -a la manera de resumen,- ir a “lo trazado” (el mundo de las ideas) al mundo de “lo posible” (el sensorio) o viceversa. En esto aquí consideramos toda superposición válida para ambos sexos. En algunos ejercicios como el de la “Confesión”, la superposición es deliberada, en otros, no, dejando fluir en cuanto a la forma en que por sí misma se colocan.

Las manos ocupan otros ejercicios auxiliares a más de los ya vistos en blogs, pero NO en el ejercicio principal, el de pié, erecto,  en las operaciones que propone, salvo para el inicio y final ya mencionados, de Veneración, no obstante cabe una acotación.

De las muy  antiguas adhesiones al PUNTO, vienen las diferentes versiones de “varita mágica”, de donde derivaron cetros, báculos, “lanzas sagradas” y un largo etcétera donde se incluyen los cuentos en varias tradiciones y los números de magia.  Rastros de éstos se encuentran por ej. en barajas de Tarot, cetros de reyes, de algunos santos, bastones de mando, etc., indicadores de “poder espiritual”.

Aún hoy, tales varitas tienen sus cultores y una amplia bibliografía donde acudir,  a las tradicionales agregándose versiones modernas, por ej. de punta de cuarzo, etc.

La denominación de “vara” viene precisamente de esta medida, que en una de sus versiones, responde a lo que se pretende realizar con ella entanto la medida se acople en escala, a las medidas precesionales de donde proviene.

JANDUZ en su “Les 360º du Zodiaque symbolisés par l´image et la Cabbale“ comienza el 0 Aries con la figura de un hombre primitivo esgrimiendo un garrote,  pero hay una versión similar: el hombre va saliendo del mar con una vara en la mano, quizás una manera “gráfica” de indicar, que sale llevando la Tradición Una que también pasó de Humanidad en Humanidad, como todo da a entender, es el caso de la adhesión que no  discurso ni culto, al PUNTO.

Por todo lo dicho, no deja de ser la vara del dominio del PUNTO que tiene el patrimonio de la línea recta y el número, incluso podría ser su culminación: la magia que operó mediando un hombr@, pero en la mano, la vara no deja de ser una versión “exteriorizada”, “visual”, de cómo realmente se genera y se emplea: desde UNO MISMO.