Presente desde siempre en todas las tradiciones, desde
luego es parte esencial en nuestro esquema. La oración es la contrapartida de
los Números del 1 al 9. Comparten la
posibilidad de intercomunicar los planos y las barreras de espacio y tiempo. De
hecho hay tendencia a “contarlas” de diferente manera según el propósito en
todas las tradiciones. En algunas toman la forma de mantrams, invocaciones,
cantos, etc.
Cuando la oración tiene una intencionalidad,
usualmente se toma como “rezo”, - está más ligada al 7, - mientras que la
oración sin intención, se toma como “diálogo con Dios”. Tomada así, toda la
Creación “ora” a perpetuidad.
Las 3 modos de la Oración
Cuando se está en el Punto o “conciencia pura”, participamos individualmente en la Oración
Universal, por lo que no es necesario “orar ni rezar” en tal estado, lo que no
quita que se haga. También mediando la oración, se entra en ese estado, las “gracias”
de forma u otra estando incluída.
La palabra
“Gracias” por sí misma, tiene toda la grandeza de la Adoración, siendo como “la
flor” de la oración. Está de forma u otra, en todas las lenguas en esta
asepción: dar gracias a Dios y eso es lo que por nuestra parte nos toca indicar
como “esencial”. Al extenderla a 9 entramos así en consonancia con toda la
Creación, nos sumamos, somos uno con ella en la adoración.
La otra “oración” incluída, es generativa, por la cual las “Gracias” son dadas y es la
propia del PUNTO. Una llama a la otra, incluso una de ellas presupone a la
otra, unidas a más porque la una contiene en sí una parte de la otra y
viceversa. Es el famoso:
YO SOY
quiere decir, que no se dirije al Dios o Dios@s de las
eternidades, (para el caso los de “nuestra eternidad”) sino que conecta con lo
sempiteno y perdurable, así como la respuesta nuestra será en diferentes planos
de esta “eternidad” de los que venimos e iremos, darle las GRACIAS, que Él
escogió como tributo y “rappel”, no de que estás en deuda con él sino que te
recuerda que espera que lo ames como Él te ama.
“El
Absoluto es el origen de todo. Él es quien se convierte en el mundo. Él es el
testigo omnisciente del universo, no nacido, inmutable. Éste, es el
entendimiento correcto. Muktananda.
Claro que al
hablar de lo Divino, siempre se trata de Dios y Dios@s, por la misma razón de
polaridad: son expresiones en una civilización, en una religión o eternidad
dada, para referirse al que ES, al Innombrable, al que no se puede tomar su
nombre en vano, el anciano de los días, el Absoluto como lo expresa Muktananda,
etc. etc.
Y podemos poner un corolario: Tal palabra, no necesita
ningún juego laríngeo que se le endilgue o agregue, no es “útil”, pero puede
ser “necesario” para aquel o aquellos que comparten que le sean dados dichos
atributos y agregados. Estos más bien, quedan para Dios y los Dios@s a los que
rogamos por el arraigado temor a a
desasistencia, castigo, o lo contrario, para ponerlo a favor en cualquier
encomienda, etc. No tiene o tienen que ver con el que ES a quien
nos estamos refiriendo, - a más que tales agregados, comportan un germen de separación,
cuando de por sí sola la palabra tiende a la unión en todos los planos de la
Creación.
“Oh hijo del Hombr@: conténtate conmigo y no
busques a otro que te ayude, pues nunca podrá bastarte nadie sino YO.” Bahá
U´llah.
2) Otro modo de orar se da durante el estado de sueño
o trance y no depende de nuestra voluntad. Es individual, y se da en ese vacío
que son los insterespacios de los pensamientos, cuando también, como dijimos,
en el estado de vigilia, participamos en la Oración Universal, aunque
mayormente, no lo sabemos.
3) Finalmente se da el intencional. El orar puede ser personal o
colectivo como los rezos: éstos se
dirigen a fines concretos, si bien en el orar lo “útil” es cuando es
individual, aunque sea un tipo de razonamiento, al que se llega por el propio
proceso.
Por vueltas de la Transgresión, (que no pecado) tanto para uno mismo como para otros, una situación
dada, difuntos, planta, animal, etc., se debe pedir Luz y su contrapartida el
Amor. si es preciso por el tiempo que
uno crea necesario.
Esto tendrá SIEMPRE efecto, pero cómo, cuándo y de qué manera no entra en nuestros propósitos, por más acertados y “bienintencionados” que creemos ser. Esto no quita que se haga, pero la frecuentación del PUNTO lo aclarará muy posiblemente como lo describimos. La Luz es moneda de cambio en el Universo, no está sujeta a devaluación, ni caducidad y es lo único que no tiene doble interpretación.
Esto tendrá SIEMPRE efecto, pero cómo, cuándo y de qué manera no entra en nuestros propósitos, por más acertados y “bienintencionados” que creemos ser. Esto no quita que se haga, pero la frecuentación del PUNTO lo aclarará muy posiblemente como lo describimos. La Luz es moneda de cambio en el Universo, no está sujeta a devaluación, ni caducidad y es lo único que no tiene doble interpretación.
La
oración diaria individual purifica los grados zodiacales ocupados de lo que en
ellos nos pasó personal y colectivamente, y “sostiene” en lo que nos pasará personal
y colectivamente, cuando los planetas, pasen por ellos, lo que redunda en
beneficio para toda la Creación en la que estamos incluídos.
La oración diaria individual sostiene y vertebra,
aleja en lo posible de códigos y registros que nos atan, al anteponerse al
flujo de pensamientos e imágenes.
Como la Bendición, favorece a los procesos de las
causas de todo tipo pendientes de purificación, el desatar de “nudos”, limpiar
la alfombra en la que deambuló y lo
seguirá haciendo nuestra existencia, por siempre ligada a las 9 esferas.
A su vez los rezos en su labor de interseción, mueven
entidades relacionadas con tales rezos, aunque no se las invoque. La mas “útil”
reunión para los rezos entre los hombr@s, es cuando alguien parte, cuando nos
quita para otros planos.
Las
oraciones de las religiones tradicionales, tienen la carga añadida que dejó su
constante repetición por un gran número de vivos y muertos. En la tradición
cristiana, el Padre Nuestro legado por Jesús en sus 7 partes contiene a más un
valor terapéutico en todo lo que en nosotros depende del 7, como los chakras. o
nuestros planetas, contenedores de todos los atributos que disponemos. Si
no hubiese sido un buen “montaje”, no hubiese perdurado tanto…
-
Padre Nuestro que estás en el CIELO
-
Santificado sea tu NOMBRE
.
Venga a nosotros TU Reino
-
Hágase tu Voluntad en la Tierra y en el Cielo
- El
pan de cada día dánoslo hoy
-
Perdona nuestras deudas como nosotros las perdonamos
-
Líbranos del MAL, Así Sea
A
fines de repetición, a lo largo de la historia el hombr@ creó rosarios, malas,
tambores, sea para no perderse en las cuentas o para acompañarse del sonido. En
nuestra proposición, absolutamente ningún artilugio, ni símbolo ni ninguna
parafernalia tiene cabida en este mundo que de parafernalia de estos tipos,
está lleno o mejor dicho invadido, dando pié a industrias del culto, por vía de
hecho a la diferenciación, de clase, de códigos, etc., lo que es propio del
mundo de Dios y de los Dios@s, contra lo
cual, no tenemos nada a objetar, muy por el contrario, ya que tienen un valor “pedagógico”
para ver cómo actúa la Unidad (lo propio del 1, del PUNTO) en la más variopinta
diversidad y podemos, como los pájaros, ir picando en cualquiera, o mantener
los de nuestra propia tradición.
Por
eso en el caso de la oración sostenida, acudimos a lo que tenemos más a mano,
es decir, las mismas manos de las que en otra entrega, hablaremos. Si se trata
de “hacer el amor”, mejor hacerlo desnudo, com ÉL nos creó.