domingo, 26 de enero de 2014

"LOS 4 ASES EN LA MANGA DE PUNTO CERO" (3)

“LOS 4 ASES EN LA MANGA DE PUNTO 0”
Ya tienes los 3 Ases, sacados de la manga hasta TU mano, sólo te falta que el del PUNTO, te de un garrotazo…. si es de Dios.

Con la Luna nos topamos. No vivimos acaso en un mundo sublunar?. Como dicen de forma u otra las Cosmogonías, forman un tándem, en que acaba subordinada, a la manera del PUNTO y el CERO que representan, ya que éste espera a que el PUNTO actúe.

Por otra parte son iguales en tamaño vistas desde la Tierra, formando a su vez un sistema, pero lo hacen dentro del sistema del Sol,  lo que cierra toda argumentación desde este parámetro, pero aquí abajo una cosa es saberlo y otro  estar en un microsistema con ella, o sea convivir con ella.
La verdad es que todo hace tándem de un mismo tenor y repasando en el cielo los que nos toca, entre otros tenemos a más de los 2 mencionados, todos a su vez bajo el tándem mayor: materia/antimateria:
Zodíaco Trópico y Sidéreo
Sistema Geocéntrico y Heliocéntrico
Planeta visible y planeta “negro”

Entrando más en materia, aunque es elemental: visto desde el Sol, cuentan los planetas y gracias a la LUZ (que parte del Sol), sabemos de nuestro sistema, otras galaxias y mas allá. Esta es la relación predominante.

Por otro lado desde Tierra, no puedo dejar de tener en cuenta a Luna, que particulariza lo que vemos. La historia de lo Uno en lo múltiple o al revés, según como se mire.

Pasa que en su relación con la Tierra sus movimientos no son del todo uniformes, por lo que la hace un poco impredecible, muy cambiante, como lo es todo lo que se le fue asociando desde siempre y en todo lugar.

Musa mayor en el arte, escogemos como la expresó Verdi en un aria de Rigolletto, de la que todo el mundo conoce el principio, pero es a medida que sigue, con una traca final muy de ópera, que nos involucra a tod@s.

 “La donna è mobile, qual piuma al vento, muta d´accento e di pensiero. Sempre un    amabile, leggiadro viso, in pianto o in riso, è menzognero”.

Su importancia dio pié a su vez, a diversos “zodíacos”, o sea la rueda de 360º, que debido a su curso, se divide por ej. en 27 o 28 dominios, según se cuenten los días que dura su transcurso en relación con la conjunción con el Sol, el parámetro predominante en “su” Sistema.
El que más la acopla al Sol, es el de 27 moradas (3 X 9),  en los 9 a más de los 7 planetas del Septenario se incluyen los 2 nodos lunares.
 El que más se acopla a Tierra es el de 28 moradas (7 X 4), tomándose sólo los planetas del septenario, sea que se acoplen al Zodíaco Sidéreo o al Trópico, que vienen a cuento referente a lo que vamos diciendo.
Resumiendo todo lo dicho  sobre  la dualidad hasta aquí,  nos vemos obligados a considerar estas 2 relaciones que se traducen en 2 versiones de ejercicios que tengan en cuenta la jerarquía que proponen.

1) Tierra (contando Luna) en relación al Sol

2) Tierra y su relación con Luna
Quiere decir que tengo que encontrar un factor común

Si hubo una excentricidad mayor lunar, y la sigue habiendo en todo tiempo y lugar fueron los eclipses ya que nada puede haber peor que algo que le pase a las “Luces”. Fueron unos “mojones” del más grande de los miedos que compartimos como especie: la desasistencia de “lo Alto”.

Luna fue la primera “cronocratora” en el afán del hombre de saber las periodicidades, de lo que nació el ciclo Saros, y ahí nos topamos con sus Nodos, que dividen simétricamente a su órbita, con un carácter “protector”, ya que tienen relación tanto con la Eclípitica o sea Sol y la órbita de la Tierra, relaciones que sí arrojan tiempos precisos.

Debemos al caldeo Beroso en nuestra tradición vía los griegos un sofisticado compendio de los ciclos Saros: 1 Saros: 3600 años. 1 necos: 600 años. 1 cesos: 60 años, incluyendo sus 4 posiciones  en los signos mutables, donde tienen sus máximas y mínimas de calidades. Desde luego, los griegos conocían el Sistema solar también.

La cosa no para ahí con los Nodos. A más de lo que expusimos en el blog anterior,  ya que podemos hacer una carta con Sol AS, pero a nadie se le ocurrió haciéndolo con Luna, pero sí poniendo a los Nodos en la Vertical: la carta nodal. La conocida es con éstos en la Horizontal, pero hay otra como no podria ser de menos, que parte de los nodos en la Vertical.

Abreviando, vemos que los valores son un múltiplos de 60 y un desplazamiento nodal de 3m de arco X día haciendo la vuelta a la Rueda en 18 años y 9 meses.

Estas son las cifras que tomaremos en cuenta para ambos ejercicios: 60 como respiraciones en el curso de 3ms. fracción.
El ejercicio completo es para nuestra relación con GEA,
las variantes son para nuestra relación con Luna.

La versión que responde a acompañar al Sol lo hacemos como habitantes de GEA la Tierra, puesto que ligados al PUNTO desde aquí, ya que si queremos por su Gracia ir a lugares distantes (sin movernos, por cierto), que es una de las finalidades que posibilita el PUNTO, el pasaporte y los “créditos”, (Así como es abajo es Arriba), dependerá por entero de nuestro currículum a la manera que Él lo valora, NO de nuestra “imaginación”, como acaba aclarando Verdi, a no ser vía algo que nos sobrepasa: la “Gracia”. Es evidente que un “corazón puro” –como decía Bahá´U´llah, se demuestra en el día a día. En la práctica el protocolo del ejercicio es idéntico al anterior.

De las 3 posiciones del 1, la horizontal es la más apropiada, por su relación con la Tierra y por consiguiente con Luna, y la intermedia de sentado sin quitar los pies del suelo, lo que es compartido en las 2 versiones de ejercicio, permite una amplia gama de posiciones cómodas, como la de reclinación, siendo perfectamente asumible si nos vemos necesitados de hacerlo dentro del “mundanal ruído” en que nuestra existencia transcurre.

La puertas del nuevo día y ya entrada la noche siendo momentos idóneos y dada la posición, la cama es excelente: la tendencia a “taparse”, más allá de lo climático, es un reflejo de la órbita protectora de la Luna, en la parte del día, que le es afín.

Como en el ejercicio del Sol, la duración de 3ms. no se debe sobrepasar, más bien si se requiere, se dejan espacios si es necesario una tanda. Un botellón de Luna dee golpe, es contraproducente.

La versión que responde a Tierra, es más de “andar por casa” y así cada uno la puede hacer  a su manera en las formalidades, no así en las respiraciones y en los tiempos dados, mente en blanco y respiración abdominal y la haremos como “exponer los trapitos al Sol” de lo que el PUNTO sabe el qué y el cómo. Es una  versión que se puede hacer aún prescindiendo de la de SOL dado su carácter “lunar”.
Esta versión se complementa con uno de los ejercicios recomendados, el de “dejar partir”, que exponemos más atrás en este blog. Toca ver las diferencias.

EL EJERCICIO DEL “DEJAR PARTIR” (la Confesión).
Aquí podemos desembuchar a rienda suelta en voz alta o baja, lo que consideramos  “necesario”. Es una función de limpieza, de vaciado de contenidos emocionales  no solarizados, de desatasco energético, por el tiempo que se crea necesario.

La prueba de la actuación del PUNTO es que acaban saliendo como desechos a más de los presuntos implicados de turno, cosas, escenas,  sin conexión aparente con lo que creemos “necesario” vaciar,  cosas en que ni remotamente pensábamos.

El ejercicio de Luna, sea el complementario a SOL o la relación Tierra/Luna, tiene muchas ventajas, que mayormente con el hábito, se hacen evidentes y no sólo en uno mismo.

Respecto a nuestras 3 (3X3) órbitas, en que “funcionamos”, son ejercicios muy útiles, ya que bajo Luna entra nuestra relación, no sólo con GEA, la Madre Tierra y todo lo que comporta, (que tenemos a nuestro cargo), sino  con los que nos rodean y en especial aquellos que en PUNTO  CERO consideramos que estamos ligados por fideicomiso, donde en primer término figuran nuestros 8 antepasados y a  los que estamos unidos por sangre o contrata, incluyendo los que ya no están en el plano físico, ya que están en nosotros.

Las órbitas en que funcionamos, las traza el SOL, quedando para la LUNA, quien le abre cancha a los otros planetas el aura, el cuerpo astral, más conectadas al tándem Tierra/Luna.

EL EJERCICIO
Al tiempo y número de respiraciones, agregaremos la PUNTura a los puntos reflejos en la mano del meridiano riñón. Aparte de pertenecer al elemento Agua, es un meridiano comodín en los sistemas de  PUNTura por todo lo que conlleva. Como son 2, nos vemos obligados a PUNTuar con el dedo mayor y el índice.

En el medio de cada palma se sitúa el chakra auxiliar
y justo por debajo de ambos, donde señalan los
punteros, se encuentran los 2 puntos que forman el
punto riñón en cada mano, que se trabajarán con
los dedos medio e índice de una mano sobre la otra.

El comienzo por tanto resulta que a la condición de manos juntas y bien encajadas, vamos bajando con los 2 dedos hasta situarlos en los 2 puntos que comporta, y al finalizar los volvemos a su posición inicial subiéndolos con los otros 4 dedos. El pulgar queda libre en el ejercicio, no así en las posiciones de manos juntas. La mano o el cambio de mano queda a criterio, sabiendo que las manos, “hablan”.

60 años hace 5 veces en años la vuelta a la Rueda y gráficamente en ella, traza 6 aspectos de 60º: el sextil, dando lugar al hexágono, en contrapartida al 72 que hace 6 vueltas y determina el quintil como explicado para el ejercicio del Sol. La diferencia es que mientras el sextil se emparienta al trígono, semi y sesquisextil, el quintil “va por libre”, el biquintil (144º) no siendo más que una extensión, ya que no cabe armónicamente en la Rueda.

Si vamos a los  números con el fin de aclarar, 5 en una de las formas que se logra, es el resultado del 1, el PUNTO, + 4, o sea sobre la materia en su primer nivel de organización, siendo 4 el número de los ciclos;  el plan creación/destrucción va por libre, en cambio el 6 expresa más bien la formación mediando la paridad del 3+3, de ahí que al sextil, se asocia valores de favorables, con esfuerzo.

También esta formación responde al I Ching, que incluye 3+3 barras: 3 enteras bajo Sol, 3 partidas bajo Luna, de ahí que no es un oráculo rotundo, más bien señala el Tao, (el camino), con una parte que te queda por “hacer” a ti.

60 es otra de las edades arquetípicas, ya que independientemente de que se llegue,  o no, se dieron las 5 vueltas a la Rueda.  No hace tanto en China (y aún hoy) los “viejos” hasta cambiaban su nombre, como expresión del cambio y los que migraban de la aldea, volvían a ella, al menos con ese “triunfo”.

Usualmente en Occidente 60 años  se lo asocia a Júpiter/Saturno, siendo la duración de 3 ciclos, pero en verdad, responde a los nodos lunares, que si bien la duración de 3 vueltas es de 56 años 3 meses, por  otro lado lado implica 2 vueltas de Luna, sea en días calendarios o en años en una natividad.

60 años es la antigua progresión “de dial” conocida como “Punto Gamma”, que incluso tiene algunas variantes, si bien se trata siempre del encaje progresivo de 60 años en la Rueda, partiendo del AS. Es fuerte especialmente en los aspectos “lunares” de la vida, como las condiciones de salud-enfermedad.

Y cerramos otra vez con Bahá´U´llah, quien indica cómo se manifiesta “un corazón puro” en estos tiempos de larga alborada de la nueva Dispensa en la práctica cotidiana, en la conducta con nuestra Tierra y con los demás, donde la fuerza mayor es el AMOR, pero…

“Mi atributo mayor que os dejo es la Justicia”.




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