A lo largo de muchas entregas, hemos dado testimonio
de las incidencias nodales tanto en personas como en eventos varios así como en
la configuración de un día dado. En nuestra proposición forman parte del
“Corpus” básico del conocimiento del Cielo, por muchas razones, no siendo
obviamente afinar la interpretación, la previsión o predicción la pretensión. Se trata de
razones más importantes que nos esperan, para lo cual, estos canales
dispensadores de energía son de gran utilidad
Contando a Quirón,
forman 9 ejes, ocupando 18 grados sobre 360
posibles, en ambos sistemas: Geocéntrico y Heliocéntrico, tantos estos se
consideren en Trópico como en Sidéreo. En PUNTO CERO en principio también
consideramos como básico estos 2 sistemas y estas 2 versiones, que podemos
agrupar así.
Sidéreo + / Trópico –
Heliocéntrico + / Geocéntrico –
Es decir, lo heliocéntrico y sidéreo, es formativo,
Trópico y Geocéntrico, expresivos, dejándolo de momento ahí. El problema del Sidéreo, es que no se conoce
con exactitud la Precesión, por lo que cuando toca hacer un tema, de nuestra
parte usamos el Ayanamsa Lahiri, de uso
oficial en India y mayoritario en las escuelas siderealistas occidentales.
En la dualidad respecto a los planetas, el denominado
planeta “negro” (por estar oculto por el planeta percibido), es + mientras
éste, es expresión de aquél, a la manera grosso
modo de “alma” y “cuerpo” o sea “lo animado”, un chakra y un órgano, etc. La
forma de religar al planeta “negro” estando pues en el planeta visible y sus nodos,
que a no olvidar, participan así de ambos planetas, entrando también en lo
básico entanto concepto.
En la encrucijada espacio/temporal en que se
desarrolla, - y por tanto “percibimos” - la Creación en este planeta, es normal que nos
ocupemos del sistema y sus planetas más allá del “basic” con que nos servimos
actualmente, no para re-ligarnos al TODO, porque ya lo estamos por derecho de
existencia, - sino para llegar al núcleo de “la Unidad” que se expresa en esta
vasta dualidad y tener una participación más consciente en el concierto de la
entera Creación, lo que se le ofrece a
todo Hombre por derecho de nacimiento.
Perseverar en este “redimensionamiento” del hecho
vital en el que estamos incluídos, que en primera instancia concierne al Sistema
Solar y a la Precesión, hace caer muchas estanterías adheridas a nuestra Seidad,
sin pena, sin darnos cuenta ni aún deseándolo. Por otra parte, del lado técnico,
algunos conceptos o recetas que damos por consagrados, quedan sujetas a
revisión, como iremos viendo.
La Perseverancia se resuelve “hoy” “en este día” de
ahí que cuanto más accedemos en la práctica a los referenciales en que estamos
involucrados: el cielo y la tierra de esta manera más integrada, más se va resolviendo en nostros, por sí
mismo. El pero está servido: el promocionar en la gente que ocupe su tiempo,
nunca mejor dicho, en el vacío, en la nada, en el CERO en que sólo el PUNTO,
ES.
Los ciclos PLU/NPT, desde el Renacimiento hasta casi ¾
de la Era a venir, se darán en Géminis, dándonos en el decorrer especialmente
de este 2º ciclo en que estamos, elocuentes ejemplos de la importancia que va cobrando
para la Humanidad, el conocimiento del “entorno” celeste en que transcurre su
existencia. Dentro de esa grandiosidad, el hombr@ tiene la posibilidad… de ver
la suya de forma menos parroquiana.
Volviendo al tema de los Nodos Geocéntricos y
Heliocéntricos, lo que pasa en un día, es también las relaciones de tales nodos, con ese lugar
en que el día me pille En el decorrer de un día, - como en el caso de los
planetas,- los nodos ascienden, culminan, indicando como es de suponer, los
tiempos en que su presencia es más álgida, hagan o no “aspectos” sea a los
planetas tal como se encuentran en dicho día, o a los nuestros, cosa en la que tenemos en el mejor
de los casos cierta práctica con los nodos lunares, si bien tal práctica, es
más usada al hacer una elección, etc., no por sí misma, para nuestra particular
experiencia.
Dicho manera sencilla: debemos
observar cuándo los Nodos
Geocéntricos o Heliocéntricos, ascienden
o culminan.
Los Geocéntricos, dados por las relaciones orbitales
de los planetas en relación a la de nuestra Tierra, como se vió en los
ejemplos, varían en recorrido y de posición, no hacen eje. Sus tiempos de pasar por los 4 ángulos, varía.
En el caso de los Heliocéntricos, como los nodos
lunares, cada nodo planetario traza un
eje que a veces tarda siglos en pasar los grados en que se ubica, siendo
fáciles de memorizar y así hallarlos en una carta, en cualquier tipo de carta.
Son los más importantes ya que involucran a todo el sistema, teniendo primacía en dicho
sistema.
Merecen entonces antes de experimentarlos, ver estos portales
de entrada y salida de la acción del planeta a que corresponde, en qué parte del
Zodíaco caen, aclarando que las estructuras de un Zodíaco, son las mismas que
las 3 restantes, por la simple Ley de Vibración, lo cambiante, siendo los
planos que afectan.
Sólo nos faltará discernir qué divisiones del Zodíaco
utilizar a más del signo, que es algo así como la “nave nodriza” de las otras
divisiones. El grado quedando entonces como pivot entre los 2 tandas de
divisiones: la vislble y la invisible.
Desde antiguo y hasta hoy, las divisiones mayores del
Zodíaco están contenidas en el Saptavarga (división x 7) Hindú. De éstas tomo
lo que en nuestra Tradición se tradujo como “Dodecatemoria” (Dwads), la doceava
parte del signo: 2º30´), que indican también que en el todo de un signo, está
cada uno de los otros. Totalizan 144 (2
veces 72), número asociado en la tradición hebrea a “la bajada de la Jerusalem
Celeste”, mientras en India son 144 los “nadis” en el cuerpo. Las 2 tradiciones
hablan de lo mismo: la completa realización del hombr@.
Tanto en India como en Occidente la asepción
tradicional es otorgar el lr. dwad al mismo signo, acabando la serie de 12 con
los 2.30 finales asociados al signo que le antecede. Debido a la lentitud del
desplazamiento nodal heliocéntrico, puede pasar no obstante que al cabo de X
años, cambie de “dwad."
En estas posiciones para 1950, vemos que se dieron ciertos cambios en relación a las posiciones actuales dadas más abajo. Los nodos N y S de Mercurio, Júpiter y Plutón pasaron a los dwads siguientes, sin darse de momento cambio de términos en ninguno de los listados.
En cuanto a Quirón, el NN está en dwad de Virgo, el S de Piscis, siendo los términos respectivamente Marte y Saturno.
Por último podemos agregar el Término en que un nodo
está situado, tal como es dable encontrar en nuestros antiguos la valoración de
un planeta. A diferencia del dwad, que particulariza, el término tiene que ver
con la forma de expresión y el talante que en este caso el nodo toma.
La más
empleada es la versión egipcia.
Desde luego en una valoración dada, ambos planetas:
regente del dwad y regente del término, tienen algo a decir, quedando para
otras entregas, así como la continuación de esta entrega trataremos de cómo inciden y qué es de esperar de ellos
cuando en un día, los ángulos los alcancen, así como la forma apropiada para
simplemente “notarlos” o notarlos, mejor. De los otros aspectos nodales a
ángulos, destacamos los cuadros por el sencillo hecho que denotan más fuerza
que el trígono, por ejemplo. Desde luego con la práctica, la cosa no para ahí.
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